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Leonidas Bermúdez Beltrán «Acá nacemos con esta vocación»

Acá nacemos con esta vocación.

Leonidas Bermúdez Beltrán habla con voz de sabio, y lo es. Tiene 59 años y desde los siete u ocho es pescador. “Ser pescador es que uno aprende, nosotros acá nacemos con esa profesión, cuando estamos grandecitos tipo siete años ya empieza a molestar con la pesca” comenta.

Se considera experto en todos los métodos y conoce casi todas las especies de peces.

Entre sus experiencias anecdóticas, cuenta que una vez le pegó (pescó) un pargo de 90 libras, “yo era un pelao pero era echao pa´ lante. Llevé tres equipos de repuesto, y los pescaos se me llevaron los cuatro equipos. Entonces me dio vaina y me tiré en la lancha.

Los compañeros s me preguntaban que si no iba a pescar y yo les dije, no, estoy de malas. Cuando fueron la una de la mañana, les pedí que me dieran una Burica y la amarré a un nailon. Eché el anzuelo y me acosté, cuando empieza a jalar, y después como de diez jalones dije, esto fue que ya se lo tragó y lo aguanté y se fue diendo la lancha, se fue diendo y se fue diendo. ¡¿Qué pasó me preguntaban?! Y yo, no acá que se agarró un diablo, le dije a los compañeros. No lo pude agarrar y se lo pasé al compañero.

Lo fue sacando y era un Pargo de 90 libras. Cogí un solo pescao pero los igualé con ellos, oíte. La suerte y la vaina, el destino, el mundo, no sé, eso me pasó”, relata con tranquilidad.

Nunca olvida que desde niño aprendió con Froilán Valoy y Santiago Rivera, pescadores de la zona, que lo llevaban a pescar a los Vidales, a canalete, y luego llevaban a vender a Bahía. “Valía la libra de pescado en Bahía 1.50, en ese entonces” cuenta Leonidas.

Pescaban toda la noche y a eso de las cuatro de la mañana salían a vender en Bahía y regresaban. Así fue que aprendió y desde entonces a eso se dedica, lo dice como tratando de trasmitir que pescar y ser pescador es algo absolutamente natural. De la misma manera, para cerrar, hablamos sobre qué lo hace feliz y nos dice “para ser feliz, que esté alentado y trabajar”

Fotografía: Andrés Mosquera

Texto: Norma Londoño