Cultivos de Alegría de Irene Sinisterra
Un clima templado, calles destapadas, a una población construida al frente del río; la Iglesia en el centro, la belleza de sus gentes, el mercado a un costado, con mucho coco y pescado, en una zona bastante comercial, casi como llegar al Chocó, así es Guapi, un municipio del pacífico colombiano, ubicado en el departamento del Cauca.
La gente muy amable, saluda todo el tiempo, y en las noches está presta para la activa dinámica del pueblo. Aun así, desde las cuatro de la mañana, ya está en pie. A esa hora aproximadamente, comienza la jornada para trabajar en los cultivos de arroz, plátano y papa china, entre otros; tradición ancestral que hoy se convierte en alternativa no sólo de sustento, sino de vida y conservación cultural.
A 20 minutos del casco urbano de Guapi, encontramos a doña Irene Sinisterra, una hermosa mujer de 64 años, que luce como de 30 o 40, para quien a través del proyecto Emprende Pacífico del Programa para afrodescendientes e indígenas de USAID y el Ministerio del trabajo, ha aumentado su felicidad.
Gracias a Emprende Pacífico, doña Irene, es beneficiaria del proyecto “Implementación, estructuración y ejecución de programas de apoyo al emprendimiento para la población víctima del conflicto armado”, el cual en convenio con el Ministerio del Trabajo, está implementando en esa zona del pacífico el proyecto “Fortalecimiento de la Cadena Productiva del Arroz y el Plátano con 275 Familias Afrodescendientes, Del Consejo Comunitario Guapi Abajo, Víctimas del Conflicto Armado”.
Esta hermosa mujer luchadora, su hija y su yerno, son los únicos habitantes de las extensas tierras que heredaron de su esposo, quien falleció hace tan solo un año. Viven rodeados por palmeras de coco, huertas artesanales, plantas medicinales y alimenticias. Dos canoas hacen también parte de los recursos de su entorno, más que suficiente para sentir que viven bien acomodados.
Para llegar a los sembradíos, hay que adentrarse durante a 20 o 30 minutos en lo profundo de la selva, pantano y barro. La fuerza de la vegetación es tal, que doña Irene debe abrir el camino, a punta de machete cada vez que entra y sale de del sitio en donde están sus cultivos, pues para evitar que se dañen los sembrados, era necesario que fuera en una zona alta.
Los cultivos de papa china están recién plantados. La zona llena de árboles, fue limpiada y canalizada por la misma doña Irene, gracias a una sabia conjugación de fortaleza femenina y saberes ancestrales. Con gran experticia, doña Irene cava un hueco en la tierra, ubica la planta, la tapa y con una vara mide el lugar donde plantará la siguiente. Ella sola limpió y canalizó la zona, donde cada día siembra un poco de su felicidad, junto a los árboles naturales de la zona, los cuales ella por respeto, decidió dejar intactos.
Feliz de tenerlos de visita, y que viéramos cómo sus hijos, sus “cultivos de plátano” están creciendo, desde el momento en que inició sola todo el arduo proceso para preparar el terreno, como repetía orgullosa.
Acariciando y hablándoles a sus plantas en crecimiento, le daba gracias a Dios por permitirle entrar y salir “solita” (como ella dice) de esta zona, sin que le pase “nadita, nadita”. Así nos mostró cada rincón de su sembradío y finaliza diciéndonos: “hasta aquí es, gracias. Gracias por estar aquí, me alegra que me visiten y espero sigan viniendo”
Para su hija, sin duda ha sido una gran experiencia ver cómo su madre desempeña a diario el papel de mujer fuerte y de carácter. Ambas son mujeres de liderazgo, quienes mediante el proyecto para el fortalecimiento de los cultivos de plátano, trabajan por la rehabilitación de este importante medio de sustento para las familias de esa región. El Consejo comunitario de Guapi Abajo posee una vocación agrícola por excelencia y cuenta con cultivos de arroz, papa china y plátano. De ahí que para doña Irene, la Felicidad radica en hacer lo que ama, día a día, tal como lo han hecho desde siempre en su región.
DESCRIPCIÓN
Proyecto «Implementación, estructuración y ejecución de programas de apoyo al emprendimiento a la población víctima del Conflicto Armado»
Desarrollo del proyecto: Involucra a 275 familias de las cuales 175 estarán enfocadas en la rehabilitación de las fincas con cultivo de plátano y 100 al establecimiento del cultivo de arroz; las actividades diseñadas son las siguientes:
Línea Productiva de Plátano: o Adquisición y entrega de colinos o cormos de plátano limpio y desinfectado: esta actividad tiene como finalidad la rehabilitación de media hectárea en las fincas productoras. Igualmente, en este sistema se tendrá como asocio productivo la papa china semilla que será aportada por los beneficiarios. o Adquisición y entrega de insumos de uso agrícola, los cuales comprenden enmiendas de origen mineral (fuente de cal y fosforo), abono orgánico compostado cuyo propósito es mejorar las condiciones de suelo y por consiguiente la calidad de los cultivos existentes. o Análisis de suelo: como herramienta técnica necesaria para evaluar la condición de los suelos; este análisis permitirá comprender y complementar los requerimientos nutricionales de los suelos en las zonas productoras por tradición. o Mejoramiento de la infraestructura existentes para recepción o acopio del plátano en fresco: la estrategia consistente en el cerramiento perimetral de la infraestructura existente, propiedad del Consejo Comunitario Guapi Abajo